El mundo es un pañuelo, origen de esta expresión


Es probable que el origen esté en ser de tela muchos de los primeros mapamundi. El papel de gran formato que requería el trazado de un mapa mundial era mucho más complicado de obtener. Siendo la tela mejor de coser en varias piezas, se optaría por esos lienzos para el dibujo de grandes mapas. Pero el sentido de este dicho castellano nos refiere un significado contrario, de hacer al «mundo pequeño» cuando nos encontramos con alguien después de haber pasado mucho tiempo. Os contamos los posibles orígenes de este refrán o expresión en español


El Centro Virtual Cervantes nos dice en su web CVC que sería una frase proverbial muy usada todavía:

«Significado: Se dice esta paremia cuando se encuentra a alguien de improviso en un lugar inesperado o después de mucho tiempo, incluso años.

Marcador de uso: Muy usado»


El dicho «el mundo es un pañuelo»

 

Según esta nota del CVC, tiene un uso frecuente en el castellano; al menos en las personas nacidas en el siglo XX 😉 Es más dudoso esa frecuencia de utilización entre las generaciones más jóvenes. También es dudoso su origen y el momento de su uso. Lo que se acepta mejor es un origen en el material de los mapas. Hechos muchas veces en la época de las exploraciones de lienzos, paños (piezas grandes) o pañuelos (pedazos menores de telas). Como solían ser representaciones mapamundi o de varios continentes, el formato pañuelo era más fácil de plegar y llevar en barcos, carruajes o las mismas alforjas de un caballo…

Por eso, con la idea de conseguir «reducir el mundo a un pañuelo», utilizamos esta expresión que dice el mundo es un pañuelo cuando se quiere expresar que no es tan inmenso como parece. No es tan grande como creemos porque el azar te puede hacer encontrarte a tus vecinos de la ciudad donde vives en una calle de Japón durante tus vacaciones.

Otra teoría sobre el origen de esta expresión estará en la prenda en sí, en el pañuelo. Un objeto de uso mundial y en todas las culturas. Una pieza cuando era de tela que nos acompañaba en nuestras vidas, en el día a día y en la historias que vivíamos. Viajes largos o cortos, reuniones y fiestas, el pañuelo siempre se «encontraba» en cualquier rincón del mundo.