Origen de la letra Ñ; una cuestión práctica

La Ñ con las banderas de los hispanohablantes

Si su apellido lleva Ñ sufrirá un obligado cambio de identidad. La tecnología de Internet y la programación informática no habla español. Aunque en su teclado del PC o del Smartphone tenga esta letra, como es mi caso, porque es usuario de alguna de las lenguas españolas, es una concesión mínima del idioma dominante (inglés) a la segunda lengua materna más hablada en el mundo (después del chino mandarín).

Dentro de las tecnologías digitales ese signo desaparece, como verá en la URL que encabeza esta entrada en su navegador…


Por ejemplo, el autor de este texto lleva Ñ en su apellido. Sin esa letra, pierdo mi auténtico nombre y debo asumir que tengo otro apellido y otros datos en el «ciberespacio». La Ñ es una grafía originada en el castellano, pero no exclusiva, pues se la prestó al gallego (diferenciándose del portugués que su sonido ñ es nh), al euskera (vasco) que la usa en mínimos casos y a los otros «idiomas españoles» hablados en América (incluso a lenguas indígenas sin escritura, como el guaraní) y en otras partes del mundo donde hubo presencia histórica española (Guinea Ecuatorial en sus lenguas tribales, en Filipinas al tagalo, en el Sáhara en sus dialectos del árabe).

Veamos su antiguo y práctico origen


 

Origen de la letra ñ

Decía el premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, que la Ñ era un avance cultural (y técnico) de una de las lenguas romances -el castellano-, dejando atrás a las otras hijas del latín. Se refería a la genial idea que tuvo un escriba en la Edad Media (hay constancia desde el siglo XII) para representar un sonido que necesitaba dos letras con una sola grafía, añadiendo una tilde, una pequeña «muesca», encima de la letra N.

Si nos fijamos, la tilde encima de la Ñ es como un trazo leve de otra n. Era una manera de ganar tiempo y abreviar el sonido de la doble N, el que en latín producía la NN. Por ejemplo, Anno = Año.

Ñ = Idioma Español ∼ ñ

Todo comenzó por un problema heredado, pues en latín no existía ese fonema nasal palatal sonoro que representa la actual letra Ñ. Así, en el proceso de conversión a lenguas romances, muchas optaron por usar combinaciones de dos letras que generan ese sonido.


Origen de la letra ñ: Combinando letras para conseguir el sonido Ñ

Franceses e italianos optaron por la combinación gn. Como dijimos antes, en Portugal por unir n con h (nh); en catalán se optó por la ny, teniendo que usar en el mismo nombre del país esa grafía: Catalunya. Mientras, en Galicia, por la fuerte influencia castellana, se acabó usando la Ñ, a pesar de intentos revisionistas-nacionalistas que piden volver a la grafía nh usada también en esa zona.

Existe una lengua celta que usaba una grafía similar a la Ñ, se trata del bretón; lengua prácticamente desaparecida que se hablaba en la Bretaña francesa.

Resumiendo, aunque decir que la Ñ es exclusiva del español pueda resultar arrogante e incierto, sí que es verdad que es invención propia del castellano y que su uso útil, como recurso fonético y ortográfico, es personal y característico de los hispanohablantes. Algo así como un símbolo, una bandera del español, que nos distingue y caracteriza.

ÑU: Palabra en español que resume el término latín «Connochates gnou»

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