«Hay gente pa tó»
Una frase que a muchas personas, hablantes del español de España, nos sale con frecuencia al comprobar algo inaudito. Es una manera sencilla y rápida de decir ¡asombrosos! Cuando algo o alguien nos parece increíble y que realiza cosas fuera de nuestra lógica.
El origen de tan brillante «micro aforismo» sería una supuesta frase que soltó el torero Rafael El Gallo sobre el insigne filósofo español, José Ortega y Gasset. La frase para la posteridad sería durante una fiesta en un hotel de Madrid, a la que acudían ambos con motivo del comienzo de la Feria taurina de San Isidro. El maestro taurino, un genio sevillano del capote, se fijó en la atención que procuraba sobre todos los asistentes un tipo de aspecto sabiondo.
«Es el filósofo Ortega y Gasset», le dijo al torero su acompañante en esa jornada festiva. «¿Filo qué?», respondió sorprendido el torero. Por lo que su acompañante le explicó que es un estudioso del pensamiento humano, esa persona que intenta dar respuesta intelectual a todas las cuestiones importantes de la vida. La anécdota es curiosa porque aunque filósofo, profesión minoritaria, Ortega y Gasset era toda una celebridad en su época. Por su carisma y personalidad logró gran popularidad en la España de esos años.
Tras esa detallada explicación que le dieron al diestro taurino El Gallo sobre el «oficio» de Ortega y Gasset, cuentan que se produjo uno de esos incómodos silencios. Un «ha pasado un ángel» , frase de la que también contamos su origen en otra entrada (pinchar sobre ella). Duró unos «eternos» segundos, rotos con la ya inmortal sentencia: «Hay gente pa tó»
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