Noche de Halloween y Todos los Santos
Poderoso marketing es don Halloween. Como ven son dos palabras de origen anglosajón, marketing y Halloween, las que introducen este texto. El sentido más pagano, lúdico y divertido, de la fiesta que se celebraba en los países anglosajones se ha impuesto a la íntima y triste fiesta de ‘Todos los Santos’ o ‘Día de los Muertos’ (en México). Aunque se aprecia en los últimos años la recuperación de las tradiciones mexicanas del Día de los Muertos al sacar el ritual de la esfera familiar y convertirlo en una celebración social.
Halloween se enmarca en una tradición arcaica celta, celebrada la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos. Se piensa que su origen es el festival celta antiguo que llamaban Samhain. Una traducción de esta palabra celta sería ‘final del verano’, que determinaba el fin de la temporada de cosechas y el inicio del solsticio de otoño o ‘nuevo año Celta’.
Es decir, para los pueblos celtas esa fecha era como luego fue el “Año Nuevo” cristiano, una sensación de “purificación”, de inicio de una nueva vida (año). Durante la noche Halloween se otorgaba a los espíritus de los difuntos la facultad de andar entre los vivos, haciendo rituales para contactar con los muertos.
Noche de Halloween y Todos los Santos, una convivencia impuesta
Ritos como colocar una vela encendida o cuencos (calabazas) con fuego en las ventanas, para que los muertos encontraran “su camino”. Con el tiempo, en las culturas anglosajonas, las ramas protestantes del Cristianismo más tolerantes fueron admitiendo y tolerando esta fiesta de origen pagano, sin interferir en cuestiones morales sobre su carácter funesto. Al final, la Noche de Halloween y Todos los Santos podían «convivir» como festivos señalados.
Sin embargo, el Día de Todos los Santos es una fiesta católica, el festivo 1 de noviembre sí que supone un sentido recuerdo a los allegados muertos; una celebración más que festiva, religiosa o familiar. Precisamente la muerte dio origen a la fiesta, ya que ser cristiano en los comienzos de la religión, suponía muchas veces acabar asesinado en las arenas de los coliseos romanos que se llenaban de mártires. Para los fieles de Cristo esas personas alcanzaban la santidad. Por eso, el papa Urbano IV en el siglo XIII consagra ese día como festivo en la cristiandad para honrar a “todos los santos”, conocidos o no
San Pancracio, uno de los más populares santos |
Santos desconocidos y los muy conocidos
Con esta fórmula el papa Urbano IV solucionaba un resentimiento que duraba siglos en la Iglesia. El poder honrar a todos esos mártires que perdieron la vida por su fe cuando el cristianismo aún no era la religión oficial del Imperio. Desconocidos que morían a cientos. Pocos fueron notables o relevantes en la sociedad de la Roma antigua, salvo las obvias excepciones de los apóstoles y el fundador de la iglesia romana, San Pedro.