Una breve historia de la cerveza ♥

La cerveza se usa en todo el mundo para ceremonias que aunque ya no son de carácter «religioso» como en la Antigüedad, implican pasar un tiempo agradable con una bebida estimulante, nutritiva y refrescante. Degustar una cerveza bien fresca, con su espuma en su justa medida, es uno de los mayores placeres del mundo. Les parecerá exagerado, pero creo que es una opinión que pueden compartir miles de millones de personas y desde hace miles de años…

En algunas partes del mundo su producción se ha convertido en todo un arte y es una industria muy próspera. Lugares como Bélgica, Austria o Alemania son conocidos como fabricantes excelentes de cervezas. Los tipos y variedades darían para una enciclopedia. Veamos de manera breve el recorrido de la cerveza en la historia.
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De la cebada al lúpulo
Ese grano solía ser de cebada. Los egipcios lograron una malta de cebada, la base de la bebida, que mezclaron con especias como el azafrán y endulzaron con miel. Los griegos en sus viajes por el Mediterráneo la adoptaron a su gastronomía y desde éstos pasaron a los romanos, que le dieron el nombre que ahora tiene en castellano: «cerevicia» (en honor a la diosa de la agricultura, Ceres), que derivó en la palabra actual cerveza. Los romanos y algunos pueblos vasallos, como los galos, rivalizaron en hacer la mejor cerveza del imperio. Era famosa la “camum” celta, que llegó a costar cuatro denarios.

El lúpulo y la cerveza, una gran historia de amor
En el entorno de ese celo y control de la cerveza surge la leyenda de Grambinus. Es un nombre mitificado de origen incierto, para algunos es una especie de ser mágico que favorece la diversión y la felicidad, gracias a las buenas «cosechas» de cerveza. En otra línea de argumentación, Grambinus hace referencia al «Rey de las Cervezas», al Duque Juan I (Joan Primus: Gram binus) de Bramante, famoso regidor de ricas regiones productoras de cervezas como Bruselas (Bélgica). Todos los gremios cerveceros del centro de Europa pusieron a este duque, Grambinus, como «patrón» de sus negocios.

La cerveza también en América, no hizo falta llevarla de Europa
Antes de la llegada de los europeos, los incas y aztecas ya utilizaban bebidas fermentadas de cereales. Es decir, fabricaban y bebían algo que con toda propiedad se consideraba cerveza y denominaban «chicha». La particularidad es que era cerveza de un cereal que no se conocía en Europa, era bebida de grano de maíz fermentado. El maíz no era conocido en Europa pero tenía propiedades semejantes a la familia del trigo y la cebada. Sus fermentaciones lograban un caldo usado como ayuda a entrar en trance en ceremonias de carácter religioso.