Antonio Machado (1875-1939) es uno de los grandes poetas que puede ser conocido desde temprana edad. Primeros lectores y jóvenes pueden disfrutar con Machado. Existen ediciones adaptadas al lector infantil y juvenil por ser un autor que trabajó temáticas como su propia su infancia en Andalucía. También cantó a la naturaleza, un tema que encaja muy bien en la comprensión lectora de los niños.
Una de las editoriales que recomendamos por tener siempre una buena relación precio-calidad es Susaeta. Además de estar especializados en literatura infantil y juvenil, cuidan bastante la parte de las ilustraciones. El libro de la imagen de más arriba está ilustrado por Teo Puebla. Es una edición adaptada de sus mejores poesías, una antología pensada para niños y jóvenes. En este libro de Susaeta se han escogido poemas con los temas más presentes en la obra de Machado y que resultan más familiares a los niños. Las excelentes ilustraciones en sus páginas complementan para los peques lectores esta estupenda antología poética de Machado –para niños-.
Una obra curiosa que acerca a los niños a la obra y la vida de Antonio Machado es la biografía adaptada del hispanista Ian Gibson. Es de la editorial Mil Y Un Cuentos (2013) y consigue a través de contar la infancia de Antonio Machado interesar al lector más peque. Se da importancia al período escolar y familiar de Machado con sus hermanos, padres y abuelos, que ayuda a entender mejor su obra a los primeros lectores.
Antonio Machado para niños, su poesía dedicada a las niñas y los niños que sueñan…
Era un niño que soñaba
Hemos pensado en esta poesía de Machado como la mejor manera de incentivar al lector infantil en la lectura de su poesía. Es una maravilla de poema, en realidad un relato en verso que nos cuenta la vida de un niño que soñaba…
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía…
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo pensaba:
Todo es soñar, el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón preguntaba:
¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!
(Antonio Machado)