Hubo una época no muy lejana donde muchos adolescentes deseaban como regalo de cumpleaños o de Navidad una carabina de aire comprimido. Estas armas estuvieron de moda en los años setenta y ochenta del pasado siglo entre los jóvenes, aumentando el interés por ellas. Usadas para competiciones deportivas y para la caza menor, os hacemos una breve historia de de las armas de aire

Aunque solemos asociar este tipo de armas de aire a una época reciente, a un invento del siglo XX por su uso en el deporte olímpico, este armamento tiene una historia remota. Existe documentación, entre ella unos escritos del mismísimo Leonardo Da Vinci, de unos primeros prototipos rudimentarios aparecidos entre los siglos XV y XVI. Estas primeras armas utilizaron diversos mecanismos para comprimir aire, como fuelles o resortes simples.
En un principio el origen y uso de las armas de aire comprimido no estuvo enfocado al deporte o la caza. Tuvieron una finalidad más curiosa, debido a que se idearon como artilugios demostradores de ciertas tecnológicas aplicadas a ingeniería. También como juguetes para la nobleza o incluso como “silenciosas” armas para usos tan curiosos como atentar contra enemigos haciéndoles creer que les había picado o mordido un insecto.
Historia de las armas de aire, los sistemas y tipos que se han ido desarrollando
Durante los siglos XVII y XVIII, se harían mejoras significativas en el diseño y la potencia de estas armas. Se desarrollaron sistemas más eficientes de almacenamiento y liberación de aire, lo que las hizo más prácticas. Eran utilizadas más como sistema de prácticas y ejercicios de tiro de grandes fusiles o cañones pequeños, para calibrar sus disparos antes de crear el modelo específico de arma.
Fue el siglo XIX donde se dio el punto de inflexión para las armas de aire comprimido. Gracias a la Revolución Industrial, donde el mismo sistema de aires por comprensión servía de energía para muchas máquinas, se lograrían avances en la fabricación de estas armas. Escopetas y pistolas de aire lograron ser más precisas y fiables, aumentando el interés por ellas para cierto tipo de caza menor.

Pero sería a finales de este siglo XIX cuando comenzaron a surgir las primeras competiciones de tiro con armas de aire comprimido, especialmente en Europa. En unas décadas donde el Romanticismo llenó la época de duelos a pistola entre caballeros, la precisión y la habilidad requerida para acertar a blancos fijos hicieron atractivas a estas armas para practicar. Este «entrenamiento» de los duelistas también condujo a un uso menos dramático, las competiciones deportivas.
Fue en esa época que se desarrollaron rifles de salón (parlor guns) diseñados específicamente para el tiro en interiores, lo que popularizó aún más esta disciplina. Estos rifles solían utilizar munición de pequeño calibre y baja potencia. Aunque tenemos que llegar al siglo XX para el auge definitivo del tiro con armas de aire comprimido como deporte olímpico y disciplina reconocida a nivel mundial.
El siglo XX presenció el auge definitivo del tiro con armas de aire comprimido como deporte olímpico y disciplina reconocida a nivel mundial. En España aparecen fabricantes de este tipo de armas muy valorados internacionalmente como carabinas Gamo. La tecnología de las armas de aire comprimido avanzó enormemente, con la introducción de sistemas de muelle-pistón, gas ram (nitropistón) y PCP (aire precomprimido), cada uno con sus propias ventajas en términos de potencia, precisión y retroceso.
Los principales sistemas que se han ido desarrollando en armas de aire
En el siglo XXI, las armas de aire comprimido continúan evolucionando. Se han incorporado materiales más ligeros y resistentes, sistemas de puntería avanzados (miras telescópicas de alta precisión), y diseños ergonómicos. Entre los tipos o sistemas desarrollados en la tecnología de amas de aire destacan los siguientes:
Armas Neumáticas por Bombeo (Multi-Pump Pneumatics): Los primeros ejemplos de armas de aire comprimido utilizaban diversos métodos para comprimir el aire, incluyendo fuelles y sistemas rudimentarios de bombeo manual. Sin embargo, el concepto de «multi-pump» como lo conocemos hoy en día comenzó a desarrollarse más significativamente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El funcionamiento básico implica un cilindro donde un pistón es accionado manualmente a través de una palanca. Cada bombeo introduce aire en una cámara de almacenamiento. Al accionar el gatillo, una válvula libera el aire comprimido para impulsar el proyectil.
Armas de Carga por Resorte (Spring-Piston): El concepto de utilizar un resorte para comprimir aire también tiene una larga historia, con ejemplos tempranos en los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, los diseños más prácticos y potentes surgieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El mecanismo de estas armas, de un rifle de resorte, consiste en «quebrar» el cañón (break-barrel), accionar una palanca lateral (side-lever) o inferior (under-lever), comprimiendo así un resorte dentro de un cilindro. Al apretar el gatillo, el resorte se libera, impulsando un pistón que comprime el aire delante de él, propulsando así el proyectil.
- Sistema de Carga por Pistón (Resorte o Gas Ram): Su mecanismo se basa en un simple pero eficaz resorte De un resorte de metal que se comprime al amartillar el arma (quiebre de cañón, palanca lateral/inferior). Al disparar, el resorte se libera, empujando un pistón. La variante más usada es la del Gas Ram (Nitropistón), basado en un cilindro lleno de gas nitrógeno se comprime al amartillar. Al disparar, el gas se expande, empujando el pistón que se desplaza dentro de un cilindro, comprimiendo el aire delante de él. Cuando se da la liberación del aire comprimido impulsa el proyectil.
- Armas de Aire PCP (Precomprimido): Su mecanismo es un tanque de Aire. Un tanque integrado o externo se llena con aire a alta presión (generalmente 200-300 bar). Con la Válvula Reguladora (utilizada a menudo), que libera una cantidad precisa de aire a una presión constante para cada disparo. Accionamiento al apretar el gatillo, se abre una válvula que libera una ráfaga de aire del tanque. Así la propulsión es por el aire precomprimido que impulsa el proyectil. Las armas de este tipo más usadas suelen ser las carabinas PCP, de alta precisión y consistencia en la potencia y sin retroceso significativo.
En resumen, el uso e interés de las armas de aire se mantiene gracias al deporte del tiro con aire comprimido. Deporte que sigue siendo popular a nivel amateur y profesional, con competiciones en diversas modalidades. Además del uso muy controlado en la caza menor, según las regulaciones normativas de cada país. Aunque estas armas son muy utilizadas para el control y exterminio de determinadas plagas de pequeños roedores,