Seguro que si te gusta la Historia habrás oído hablar de la caída del Imperio Romano. Esa época cuando los llamados bárbaros consiguieron acabar con el poder de los emperadores romanos. Te contamos esta historia de manera clara y concisa

Estamos en el año 476 d.C. y el último emperador romano Rómulo Augústulo era en realidad «medio romano». El proceso de la caída del Imperio Romano fue un acontecimiento lento pero marcado por la presencia en Roma desde hacía décadas de otros pueblos, los llamados bárbaros. Rómulo llegó al trono gracias s su padre, el general romano de origen bárbaro Orestes, en el año 475. El joven emperador era en realidad un adolescente y su reinado sería simbólico, ya que el poder real lo ejercía su padre.
Desde hacía casi un siglo el Imperio Romano de Occidente se encontraba en una profunda crisis, con cada vez más territorios perdidos. Su economía no funcionaba y eso debilitada su poder político y militar. En realidad tenía en esos últimos años un ejército compuesto en gran parte por mercenarios poco leales. Lejos quedaba el Ejército formado por valerosos legionarios.
La sucesión de emperadores débiles y la frecuente lucha por el poder debilitaron la autoridad central. Además, diversos grupos bárbaros presionaban las fronteras y se asentaban en territorios que antes tenían el exclusivo dominio romano. La división del imperio en dos partes, Occidente y Oriente, por Teodosio I en el 395 d.C., también contribuyó a su debilitamiento.

Debes entender que la dependencia de la mano de obra esclava hizo en realidad muy poco productiva a la economía imperial, pues no ayudó a buscar soluciones nuevas a las crisis ya que las personas trabajaban sin ganas y sin ilusiones para sus dueños. Eso no favorecía al crecimiento económico y la mencionada perdida de territorios, y por lo tanto de recursos, haría insostenible el mantenimiento de la estructura del imperio.
El saqueo de Roma por los visigodos en el 410 d.C. sería uno de los últimos y mayores golpes contra el Imperio Romano. Culminando esa época de fracasos militares y decadencia cuando un jefe del pueblo de los hérulos llamado Odoacro lideró una revuelta militar. El general Orestes fue capturado y ejecutado, y el nuevo líder bárbaro en Roma, Odoacro, derrocó a Rómulo Augústulo el 4 de septiembre del mencionado año 476. Es decir, el breve reinado de Rómulo de apenas un año simbolizó esa gran debilidad y caída del Imperio Romano.
La caída de de Rómulo Augústulo por Odoacro se considera tradicionalmente el evento que marca el fin del Imperio Romano de Occidente. El nuevo jefe bárbaro dueño de Roma, Odoacro, fue compasivo con ese último «niño-emperador». En lugar de ordenar la muerte del joven emperador, Odoacro lo envió al exilio a una villa en Campania y le concedió una pensión. Las insignias imperiales de Occidente fueron enviadas al emperador romano de Oriente, Zenón, significando que ya no había un emperador occidental.