Llega la Navidad y como niños que somos estamos deseando ver aparecer a ese “abuelo” alegre, de barriga como un balón gigante y de barba blanca como la nieve. Vestido con un traje rojo, este entrañable anciano tiene un trabajo estupendo: ¡nos trae regalos!
Pero, ¿sabías que Papá Noel no siempre fue así? Su historia es un viaje en el tiempo muy largo. ¿Te montas en la Máquina del Tiempo de IkonoMultimedia y te lo contamos?
¡Vamos a viajar al pasado! La transformación de San Nicolás a Papá Noel
Ahora Santa te parece un personaje mágico, pero todo empezó con una persona real. Hace mucho, mucho tiempo, en los siglos antes de que existieran los juguetes a pilas y los videojuegos, vivía un hombre llamado Nicolás en una pequeña ciudad conocida como Myra.
Esa ciudad tampoco era ese pueblo mágico donde vive ahora Papá Noel rodeado de elfos que le ayudan a fabricar juguetes. Qué va, esa ciudad está en la actual Turquía y Nicolás era su obispo; ya sabes, un “jefe” importante de los sacerdotes. En esa ciudad y en esa región comenzó a tener fama de hombre bueno, de “abuelo bondadoso” con un corazón enorme.
Fue un hombre muy rico en su época. En lugar de quedarse con su fortuna para él solamente, decidió regalar casi todo su dinero a los pobres.
Al que luego sería considerado San Nicolás le encantaba ayudar a los niños en secreto
Se conoce una historia que es más que una leyenda para saber porqué Nicolás se convirtió en Santa Claus. Es la Leyenda de los calcetines. Sabemos que una vez el obispo Nicolás (Claus) quiso ayudar a tres hermanas muy pobres. Para que nadie lo viera salir de su palacio obispal y andar por las calles a esas horas de la noche, trepó por los techos de la ciudad saltando de casa en casa hasta llegar al tejado de las niñas.
Allí, por la chimenea de las tres hermanas pobres dejó caer monedas de oro. ¡Las monedas cayeron justo dentro de unos calcetines que las hermanas habían colgado junto al fuego para secar! De ahí viene la tradición de colgar calcetines o nuestras botas junto a la chimenea.
¿Cómo cambió su nombre?
Este obispo Nicolás, un hombre tan bueno, fue nombrado Santo por la Iglesia. Con el paso de los años San Nicolás se hizo muy famoso por toda Europa. Donde más en países del norte como Holanda. Allí lo llamaban «Sinterklaas» y lo imaginaban montado en un caballo blanco y con una capa roja de obispo.
Cuando muchas familias de Europa del Norte se fueron a vivir (emigraron) a Estados Unidos, se llevaron la historia de Sinterklaas. Al pronunciarlo rápido en inglés, el nombre empezó a sonar diferente: Sinterklaas… Sinter… Claus… ¡Santa Claus!
Y así nació el nombre que usan en muchas partes del mundo. En los países hispanos, le llamamos cariñosamente Papá Noel. Un nombre que viene del francés Père Noël, que significa algo así como “Padre Navidad”.
El cambio de «look»: origen del famoso traje rojo
No pienses que Papá Noel ha tenido siempre el mismo aspecto. Al principio, a Santa lo dibujaban de muchas formas distintas. Unas veces alto y flaco, otras bajito como un duende, y con trajes de color verde, marrón o azul.
Pero ocurrieron otras dos historias muy curiosas, casi mágicas, que le dieron su aspecto actual:
- Por un lado un poema que se haría famoso y donde su autor imaginó que Santa tenía un trineo volador tirado por renos. Acuérdate de Rodolfo, el de la nariz roja 😉
- Y por otro lado los también famosos dibujos de un artista llamado Haddon Sundblom que empezó a dibujar a Papá Noel para los anuncios de Coca-Cola en los años 1930. Lo pintó grandote, sonriente y con un traje rojo brillante con bordes blancos. ¡A todo el mundo le gustó tanto esa imagen que se ha quedado para siempre!
Papá Noel contado para niños: la tradición tal y como ha quedado hoy en día
Hoy todos conocemos que Papá Noel vive en el Polo Norte o en Laponia, según a quién le preguntes, un lugar lleno de magia y nieve. Y que no vive solo, tiene un equipo increíble:
- Los Elfos: son constructores expertos que fabrican millones de juguetes en su taller mágico. Son divertidos y no paran hasta cumplir con su misión.
- La Señora Claus: quien ayuda a organizar todo y cuida de que Papá Noel se coma sus galletas para tener energía y cumplir con su increíble trabajo de dar regalos a todos los niños del mundo (¡!).
- Los Renos: son los únicos animales en el mundo que comen «polvo de estrellas» para poder volar y dar la vuelta al mundo en una sola noche.
El verdadero sentido mágico de Papá Noel
Aunque los regalos sean divertidos, la verdadera magia de Papá Noel debes saber que está en lo que nos enseñó el San Nicolás original: ¡¡la alegría de dar!!.
Papá Noel representa para todos la generosidad, la bondad y la ilusión. Cada vez que hacemos un regalo con cariño o ayudamos a alguien sin esperar nada a cambio estamos siendo nosotros también un poco “Santa”; o al menos, ¡nos convertimos un poquito en ayudantes de Papá Noel!
