Es obvio hablar de los orígenes del lavado de ropa en el «lavado a mano». Durante siglos este lavado de ropa a mano tuvo como mano de obra muy barata a las mujeres. Un proceso laborioso y agotador, casi esclavo, que implicaba remojar, frotar y enjuagar las prendas en ríos o lagunas con las propias manos. La ropa se golpeaba en piedras para hacer de «primitivo centrifugado» y se usaban jabones que provenían de grasas animales.
Las primeras «máquinas de lavar» están datadas sobre el siglo XVII. Aunque estos artilugios eran muy rudimentarios y se basaban en la maquinaria de las imprentas de libros. Poco se asemejaban a las lavadoras modernas. Habrá que esperar a mediados del siglo XIX para ver diseños más parecidos al electrodoméstico actual. Eran mecanismos más elaborados, con tambores giratorios que agitaban la ropa de manera similar a las lavadoras actuales.
Sin embargo, estas máquinas todavía requerían mucha fuerza física para hacerlas funcionar. Desde la misma fuerza de las personas a la de animales de carga, haciendo que su uso resultase bastante pesado. Encontrar una «energía» que sustituyese a esta fuerza física fue la clave. Llegaría con la electricidad.
Origen de la lavadora; de las máquinas más parecidas a las que usamos hoy
Sin duda fue durante el siglo XX que la electrificación de los hogares se popularizó que podemos hablar del dato histórico con el origen de la lavadora. Sin embargo, resulta muy complicado establecer un único origen y un exclusivo «inventor» de la lavadora.
Como ha sido el caso de otros inventos, la lavadora también ha resultado ser un proceso evolutivo. Aunque podríamos destacar aquellos «inventores» con datos clave en el desarrollo de la máquina lavadora que hoy conocemos. Este proceso va desde mediados del siglo XVIII hasta su definitiva aparición en el siglo pasado :
.- Jacob Christian Schäffer sobre 1767 ideó uno de los primeros dispositivos de lavado que llevaba un centrifugado manual con un uso más cómodo. Será todavía muy rudimentario, pero fue un primer paso importante.
.- James King hacia el año 1851 patentó la primera lavadora mecánica con un tambor giratorio que utilizaba la presión del agua para limpiar la ropa.
.- Hamilton Smith inscribió su patente en 1858 que mejoraba el diseño de King, al conseguir una versión rotativa del tambor que se volvió más popular porque consistía en varias «norias» que aprovechaban con ingenio la misma fuerza del agua.
.- Alva J. Fisher es considerado como el «inventor» de la lavadora que hoy conocemos. Es así porque patentó primero un modelo que proyectaba usar la electricidad, un primer «borrador» nada menos que en 1901. Desarrolló una de las primeras lavadoras eléctricas, sentando las bases para las máquinas que conocemos hoy en día. Consistía en un tambor metálico que giraba gracias a un motor eléctrico, agilizando así el proceso de lavado de la ropa. Más adelante, Fisher perfeccionó su invento con mecanismo que hacía que el tambor girara en ambas direcciones, mejorando así la eficacia del lavado.
.- Pero fue la empresa de ingeniería estadounidense Bendix Home Appliances, fundada por Vicent Bendix, quien en 1937 presentó el diseño industrial de la primera lavadora automática doméstica, marcando un hito en la historia de este electrodoméstico. Fue una máquina con un motor tan potente o más que el de Fisher pero de dimensiones menores, haciéndola mucho más doméstica y manejable. En realidad Bendix patentó las «tripas», el motor eléctrico más eficaz para las lavadoras, pero no fabricaban en sí las «carcasas «de la máquina. Eran sus motores los que se fueron incorporando a otros modelos.
En definitiva, no se puede dar un origen concreto porque la lavadora será el resultado de un proceso de mejora continua. Cada inventor se basó en los conocimientos y diseños de sus predecesores, añadiendo sus propias innovaciones.
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