
La procedencia y uso de este refrán en español estaría en la lengua popular y sería oral, pero también aparece en textos literarios muy antiguos. Se encuentra en una frase dicha de manera muy similar en La Celestina de Fernando de Rojas, obra del siglo XV
Este refrán español «Más vale estar solo que mal acompañado» es un dicho popular con origen remoto en el habla castellana. Por eso el origen exacto es difícil de precisar, pero se remonta a tiempos antiguos incluso cuando la península era hispanorromana.
La idea central que transmite es que es preferible la soledad a una compañía que sea perjudicial, molesta o que nos haga, en el fondo, infelices.
Esta idea está en el plano de las emociones y por eso no solamente es un refrán español. Esta percepción ha sido expresada con otras maneras en diferentes culturas. Se pueden encontrar reflexiones similares en la filosofía y en la literatura clásicas de distintas épocas.
Otra forma de expresar este refrán: Es mejor estar solo que mal acompañado
El significado preciso del refrán subraya la importancia de la calidad de las relaciones personales. Estar rodeado de personas que nos hacen sentir mal, nos perjudican o nos generan infelicidad puede ser más dañino que estar solo. La soledad, en este contexto, se presenta como una opción que, si bien puede tener sus inconvenientes, al menos garantiza la paz y la tranquilidad individual.
En esencia, el refrán aconseja priorizar el bienestar personal y no conformarse con cualquier compañía por el simple motivo de no estar solo. Una decisión que supone asumir que una mala compañía puede acarrear problemas. Problemas de índole como constantes discusiones, estrés e incluso influencias negativas; lo que a la larga puede ser más perjudicial que la propia soledad.
Aunque no se pueda señalar un único autor o momento de origen, la sabiduría que encierra este refrán lo ha mantenido vigente en el habla hispana durante generaciones, transmitiendo un «consejo fundamental» sobre las relaciones humanas y el bienestar individual.