Crónicas de Marcus, de Maritza Vicenta


Las Crónicas de Marcus. Tomo I

Introducción: El llamado que no se busca

En muchas historias de fantasía, el héroe elige su misión. En Las Crónicas de Marcus. Tomo I, el camino elige a Marcus. Y él, en lugar de huir, decide enfrentarlo. Pero no por ambición, sino por amor: a sus padres, a su pueblo, a su historia.

Adéntrate en un universo fantástico con mundos paralelos y pueblos indescriptibles de la mano de Marcus, un joven de corazón puro que deberá enfrentarse a incontables peligros y aventuras con la incondicional compañía de Samalión.

Defender sin imponer

Cuando Marcus asume su rol como heredero de Tabores, no lo hace con la espada en alto, sino con el corazón expuesto. Su lucha no es solo externa, es interna. Cada decisión que toma pasa primero por el filtro de sus emociones, de sus vínculos, de su conciencia.

A través de habilidades que desafían la razón, Marcus intentará devolverle al reino de Tabores su antiguo esplendor y una paz difícil de recuperar. En su heroico viaje para lograrlo, se encontrará con inesperados aliados. En medio de todo esto, su amor a Yante, marcado por la tensión, el anhelo y el deseo, lo impulsará a cada paso

Una construcción del deber desde lo humano

La autora nos presenta un deber que no es impuesto ni frío. Es un deber que nace de la compasión. Marcus no defiende un reino por protocolo, sino porque ha entendido que su historia está conectada con la de los demás. Y eso lo convierte en alguien digno del poder que hereda.

Tenemos un héroe que también se corresponde con el estereotipo del «anti-héroe», en el buen sentido de la palabra. No se establece su destino en lo místico de tener que salvar a su pueblo o reino, sino que Marcus supone la intrahistoria de toda una comunidad humana.

Un antihéroe es un personaje central en una historia que carece de las cualidades heroicas convencionales, como la nobleza, el idealismo o la moralidad intachable. A menudo presentan defectos, vicios, o motivaciones egoístas, pero a pesar de ello, el público tiende a sentir empatía o simpatía por ellos.

Es lo que ocurriría con Marcus cuando se enfrenta, de manera natural, a su destino. Pero sus defectos están en el lado de los caracteres más humanos; si por defecto se entienden las debilidades, dudas y temores que toda persona vamos experimentando a lo largo de nuestra vida.

Una historia sobre aceptar el lugar que te corresponde

El mensaje que deja Las Crónicas de Marcus es claro: no siempre elegimos nuestro destino, pero sí podemos decidir cómo lo asumimos. Las personas sin saberlo somos «pequeños héroes» cuando nos enfrentamos a nuestros retos diarios que muchas veces nos desbordan.  Algo que Marcus intuye y que hace lo que hace no por heroísmo, sino por asumir que ese destino es lo esperado de él.

En definitiva, leyendo esta historia descubres el proceso de aceptar el lugar que te corresponde en tu devenir. Y cuando lo hacemos desde el amor y no desde el miedo, nos transformamos.


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