Los radiadores de calefacción también son un gran invento

Radiador de calefacción, un invento genial y algo minusvalorado

Es algo a lo que nos hemos acostumbrado. Sin embargo, calentar las casas antes era muy costoso y hasta peligroso. Además, no todo el mundo tenía la posibilidad de tener una buena chimenea o estufa. Con la llegada del radiador metálico como sistema de calefacción se revolucionó la manera de mantener calientes los hogares. En IkonoMultimedia os queremos contar la «historia olvidada» de este estupendo invento.


Como ocurre con otros muchos inventos que tienen un origen contemporáneo, en la época de consolidación de la Revolución Industrial, el radiador calefactor tiene «varios inventores». No hay un único inventor, se considera que el radiador moderno tal como lo conocemos hoy en día fue desarrollado a finales del siglo XIX y principios del XX por varios inventores.

Pero podemos concretar el origen del radiador en el inventor que diseñó el modelo más parecido al actual sistema que calienta nuestras casas. Se trata de Franz San Galli, un ingeniero ruso de origen italiano, quien en 1855 inventó un radiador de hierro fundido con un sistema de tubos y serpentines. Este diseño consistía en una estructura hueca en algunas partes que permitía el paso del agua caliente para calentar el ambiente. Con ese sistema, al proporcionar hierro calentado con agua hirviendo, se lograba caldear el ambiente de los hogares y edificios públicos.

Los radiadores de calefacción también son un gran invento

 

Radiadores de calefacción, un invento muy «confortable»

El modelo diseñado por San Galli tuvo su consolidación a finales del siglo XIX. Eran los radiadores de calefacción que mejor se adaptaban al uso de calderas con fuente de energía calorífica. Se popularizaron en Europa y América del Norte, y las mejoras en la tecnología de las primeras décadas del siglo pasado permitieron la producción en masa. Ahora se trataban de radiadores más eficientes y estéticamente más atractivos.

Desde la década de 1920 este sistema basado en la distribución de radiadores de calefacción por las salas y habitaciones de los edificios se convirtió en un elemento imprescindible en su construcción. Fue el modelo que triunfó, desmereciendo a otros «inventos» de radiadores más sostenibles en sus necesidades energéticas. El sistema de calefacción de Franz San Galli que se impuso requería de mucha combustión, de carbón o gasóleo que era y es la más contaminante.

Charles S. L. Baker y su asistente demostrando un sistema de calefacción/radiador por fricción inventado por él hacia 1903

Como dato curioso hablar de un radiador que fue reconocido ya en su propia época por su excelencia funcional al ser más económico, limpio y seguro. Se trata del radiador del inventor negro Charles S. L. Baker. Este ingeniero afroamericano desarrolló un sistema de calefacción por fricción. Nada menos que a la temprana fecha de 1903, Baker inventó y patentó un radiador que utilizaba fricción para generar calor. Consistía en dos cilindros metálicos, uno dentro del otro, con un núcleo de madera giratorio en el centro que producía fricción. Un invento mucho más ecológico y con necesidades energéticas más económicas que no tuvo tanta salida y difusión comercial.


Hoy en día, existen diferentes tipos de radiadores de calefacción, desde los tradicionales de hierro fundido hasta los más modernos de aluminio y acero inoxidable. También se han desarrollado radiadores eléctricos, que son una opción popular por su eficiencia y facilidad de instalación



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