
Como otros muchos dichos y refranes populares del idioma español, algunos descritos en esta web, el origen de No hay dos sin tres será incierto. Lo más razonable es un origen en el habla popular, cuando por sistema se contaba hasta tres para completar una cantidad. Es decir, cuando algo se repetía (dos veces) era casi inevitable que tuviera una tercera ocasión de cumplirse.
Hay, incluso, un origen relacionado con una escuela de filosofía que reflexionó sobre esa tendencia a la «trinidad» de las cosas. Un padre, una madre y un hijo; una botella, un vaso y un plato… y la serie puede ser interminable. Esta escuela filosófica fue la pitagórica. Ese origen filosófico o pitagórico tiene que ver con la idea que tenían los pitagóricos de manifestación de una dualidad, del número 2. Según ellos, esa dualidad no estaba completa hasta que se añadía un tercer elemento, simbolizando a menudo el triángulo equilátero como perfección y equilibrio.
El significado principal de esta frase popular puede concretarse en la siguiente idea: si algo ya sucedió dos veces, es muy probable que vuelva a pasar

Uno de los orígenes posibles estaría en el sentido de la fatalidad en la cultura popular. Históricamente, este refrán se ha aplicado con mayor frecuencia a las desgracias. Existía la creencia supersticiosa de que si algo malo había ocurrido dos veces, era inevitable que ocurriera una tercera. En este sentido, es similar a la idea que recoge el dicho: las desgracias nunca vienen solas.
En la actualidad, hoy en día, su significado se ha extendido bastante y se sigue usando más de lo que crees. Se utiliza para expresar que cuando algo ha ocurrido dos veces, es muy probable que se repita una tercera vez. Y este hecho puede ser algo positivo, como un gol o una favorable coincidencia. Pero también algo negativo como un error que se repite y se tema volver a cometer por tercera vez.
También en el origen y significado de esta frase o dicho popular encontramos una referencia de índole cultural. Hablamos del simbolismo del número Tres. La fascinación cultural por el número tres puede estar detrás de su origen como dicho. Al número 3 se le relaciona con la Santísima Trinidad en el cristianismo o con la estructura de tres actos en la narrativa literaria, en el teatro e incluso en el cine donde las películas siguen el patrón de planteamiento, nudo y desenlace.
Eso en la Cultura Occidental, pero la idea de perfección o plenitud en relación con el Tres está en otras muchas tradiciones culturales.
En resumen, este dicho no es una fórmula matemática que siempre se cumplirá; sin embargo, es la expresión popular de que la doble ocurrencia de un evento crea una fuerte expectativa de que habrá una tercera ocasión, casi irremediable, de ocurrir.
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