El 30º Aniversario del fin de la URSS

El 30º Aniversario del fin de la URSS

Nuestro país no ha tenido suerte. Se decidió aplicar sobre nosotros este experimento marxista. Al final demostramos que no hay lugar para esa idea, que no ha hecho más que apartarnos por la fuerza de la trayectoria adoptada por los países civilizados del mundo… (Boris Yeltsin, 1991)

El 30º Aniversario del fin de la URSS
El 30º Aniversario del fin de la URSS. Gorbachov anuncia su dimisión y el final de la URSS

Cuando en medio mundo se celebraba el día de Navidad, en la otra mitad se constataba de manera oficial el fin del modo de vida social y económico que había imperado en esa parte del mundo casi un siglo. Fue algo que no se puede decir imprevisto, porque se produjeron acontecimientos en los años previos que anunciaban lo que ocurrió y trascendería ese 25 de diciembre de 1991 cuando el presidente Mijaíl Gorbachov leyó para todo el país y al resto del planeta su discurso de renuncia a la presidencia del Soviet Supremo. Al día siguiente ese mismo parlamento supremo disolvía la URSS.

Hacia el fin de la URSS

Tras los sucesos determinantes para la imagen internacional del país ocurridos en abril de 1986 cuando explotó una de los reactores de grafito de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania)Gorbachov se vio obligado a acelerar su reforma política que pretendía mayor trasparencia en los medios de comunicación.

La llamada Glásnost quería dar la sensación al exterior de una auténtica democratización de los medios informativos en la URSS. Se evitó la censura previa y permitiendo la línea crítica contra el gobierno de Moscú. Pero sobre todo era una actitud muy determinada a reformar las estructuras de poder internas de la Unión Soviética. Actos que parecían simbólicos, como la liberación de Andrei Sajarov, el disidente más famoso en todo el mundo, procuraron el éxito de este aperturismo frente a los recelos de la vieja guardia pretoriana del politburó. La estrategia de Gorbachov y su equipo de reformadores consistió precisamente en hacer más consciente a la opinión pública de la necesidad de cambios inminentes. Así cualquier reacción de los contrarios a esa «apertura» quedaría en entredicho.

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